martes, 29 de noviembre de 2005

Ruido de mar de fondo...

. . .Ruido de mar de fondo. Olas que rompen la compacticidad de los granos de arena, que juntos descansan en el lecho de la playa y que se mezclan con el agua para formar una pasta homogénea, pero resbaladiza. Gaviotas que chirrían los oídos, pero que te aseguran una cierta paz interior. En estado de relajación, mientras ves cómo las olas vuelven a romper la tranquilidad, te aseguras de que estás viviendo de verdad. Inhalas aire con olor a mar: algas, peces, sal, iodo, plancton, todos los olores que te llevan a volar por la orilla de una playa tan larga como el mar. Sientes cómo la brisa marina sopla suavemente y te introduce otra bocanada de aire fresco aderezado con suficiente tranquilidad. Sientes como el sol te toca con sus rayos, que calientes te amodorran. Ves a los niños corriendo, saltando, jugando, nadando. Son, al fin y al cabo, más vida en la playa, en ese trocito de costa que interminable vaga siempre por mi mente. En ese trocito de felicidad que no se desgasta y que me abre sus puertas cada vez que la necesito. Es mi secreto mayor guardado, mi secreto a escondidas; el ruido de las olas.

. . .Las hojas de los árboles se mueven con la suave brisa que quiere acariciarles con breve tranquilidad. Las chicharras suenan todo el rato, introduciéndose en el ambiente como un mero estado; "El Verano". El sol, extraviado, entrando entre las ramas es como lazos que te unen al suelo aun más, argumentando tenaces pasiones de forma visual. Una ráfaga de aroma a pino y, en general, a verde esperanza, aliñan el momento cúspide que reside en el sotabosque. Una encina en lo alto hace que me sienta protegido de cualquier vuelo entorpecido de un ave descuidada. Las hojas, de un verde oscuro inmaculado, brillan, al tiempo en el que una ardilla salta de un pino cercano hasta el bellotero para comer algo diferente. Caen unas cuantas hojas al suelo y mientras, empieza a comer bellotas. Trocitos pequeños de corteza que ella desecha, pero que a mí me parecen vida, caen y rebotan en el suelo, ese que de color marrón oscuro, un intenso aroma a húmedo y en descomposición, realimentará al árbol en un gran ciclo. Al mismo tiempo, escucho el ruido de mar de fondo, el ruido de las olas.

. . .El viento sopla con fuerza. Cada vez con más intensidad. Cada vez más; quizás. Las nubes que cuelgan, pronto se irán. Descargarán todo lo que tengan y huirán. Con la sensación de vacío se irán, pero no volverán. Nada nuevo ya querrán. El sol se desvanece porque ya no le apetece continuar dándome las veces. Que nuevas desaparecen cada vez más, absorbidas por la tierra, que esponjosa aguarda espontaneidad. De donde sale nueva vida, de donde surgen nuevos brotes. Vidas que nacen a la orden del sol y de la lluvia, a refugio del viento que tanto la enturbia. Son trozos de vida, son trozos de muerte que estremecen el ambiente, pero que el viento limpia. Son las olas del mar; las que me quedan por pasar. Y, así, con ruido de mar de fondo, las veo llegar.

. . .Ratos alegres que florecen junto al río son, para mí, como peces voladores saltando en medio del mar. Al igual que las vidas que se fortalecen, yo crezco al veros pasar. Es como un castigo intensivo, pero decidido a enseñarme qué es lo que tengo que esperar, lo que me toca soportar. Por eso muchas veces siento algo en mí explotar, porque a veces, el instante pasado, tubo algo de importante que me hizo adelantar. Son fracciones de segundo de un día que tarde o temprano acabará. Pero siempre al ponerse el sol queda un halo de esperanza para que vuelva a salir. Entonces lo esperaré y volveré a despertar. Son, las olas del mar.

3 comentarios:

  1. ¡Muy buenas, mente clara!

    Te debo contestación. Te debo respuestas. Te debo textos. Te los debo porque voy leyendo siempre los post que vas publicando. Te debo respuesta al de Calidad, al de Voluntad de poder y a este mismo de Ruido de mar de fondo... ¡no tiene ninguno desperdicio...! pero quisiera ser puntual y preciso, y no tengo demasiado tiempo. ¿Te importaría que tardara un poco? Y, por supuesto, quisiera seguir con el debate sobre el relato de la niña. Intuyo que vas a ir dándome apreciaciones muy concretas en las que yo no he caído en la cuenta y que me harán replantearme ciertas cosas.

    Entonces, ¿puedo contestarte en cuanto pueda? De veras, Juick, gracias por compartir lo que sabes, piensas y sientes. Gracias. Te escribo en breve...

    Por cierto, te pongo el dominio de mi otro blog bajo mi nombre de usuario, ;-)

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  2. Bones!
    Aquesta vegada thas lluit, sa impoderancia de la descripcio fa que ,, amb un minim dimaginacio, entris a un mon paralel ,, destil romanticista, que fa que sentis la la mar,, el vent la vida en si!
    sa frase que tendria que dir es,,, " sa teua descripcio de la naturaleza com a vida,, es indescriptible" xD
    Itho jur,, quan he acabat de llegirho he tencat es ulls i casi he pogut sentir sa arena entre els dist dels peus,, i es vent salat a sa cara.

    un bess .

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  3. Genadie: No te preocupes hombre; mientras leas ya me basta. Hombre, si de vez en cuando cae algún comentarioo constructivo, perfecto xD.
    Usuaria anònima: es vera que si t'ho llegeixes a poc a poc, acabes sentint bastant es poema. Volia fer una sonorifització, o lo que és lo mateix, volia llegir es texte, però no ho vaig fer perque era un rollo patatero haber de fer-ho i penjar-ho ves-te'n tu a saber... be, quan vulguis t'ho susurraré a s'oida xD ^^

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