Jiuck: Mil veces gracias

. . .Merci a todos aquellos que han hecho un esfuerzo educador en esa prisión con puertas. Pero sobretodo, le quiero dar arigato a todos aquellos que han contribuido en mi mejora como "ciudadano" de este "mundo". Para empezar, Danke a Ignaci Palmer y sus clases de historia tan y tan nutritivas, que me han ayudado a comprender la verdad de España. En segundo lugar, darle grazie a Pere Mascaró. Si nunca le hubiera conocido y nunca me hubiera enseñado a Karl Marx, Nietzsche y Kant, yo no estaría aquí, creo, y pudiendo darle las obrigado también, a otro gran hombre de la enseñanza como es Juan Manuel Caruncho que me ha ayudado tanto, aunque él no lo sepa. Gracias a todos ellos, hoy tengo otras inquietudes y otra perspectiva de la vida, que ha corregido mi rumbo, que ahora ya no vaga desencaminado, sino todo lo contrario, anda en buen camino hacia LA UTOPÍA QUE NOS UNA A TODOS y donde todos seamos felices. Al lado de este mensaje que a algunos le habrá dado mucha gracia podríamos ver que mis ideales han cambiado al respecto de antes. Para hacer una descripción breve, haré un "breve" recorrido de todos ellos:
-En un principio era un niño regordito, reservado, cristiano-católico que no entendía ni sabía de política (aunque cuando ganó Aznar las elecciones en el '96 me puse contento).
-Poco más tarde empecé a poner en entredicho toda mi ideología religiosa, hasta descartar a, por orden, jesucristo y dios.
-No tardaría en interesarme por la política, que invadía las calles cada cuatro años. Fue entonces cuando me decliné hacía la derecha del PP. Ahí me quedé estancado, y vendado por los ojos.
-Pero entonces llegó Barbara y más tarde Cata con sus ideales izquierdistas, que, en un primer momento, me daban gracia.
-No obstante, no toda esperanza se había perdido en mí. Y aquí se puede demostrar en mi negatividad hacia todo y en mi desconfianza general, que queda patente al empezar a DESCUBRIR la historia de "España".
-Primero fue Ignaci con sus clases convincentes y resplandecientes que me abrieron los ojos hacia una izquierda un tanto profunda. El periodo de transición fue un tanto corto: un mes.
-El segundo, y, aunque podríamos ponerlo a la altura, e incluso antes de Ignaci, fue Juan Manuel, que poco a poco me iba convenciendo cada día más, y gracias a la cultura, de qué era lo que estaba pululando por ahí.
-Una vez ya radical-izquierdizado, no había nada que me pudiera asustar. Entonces ¡pumba! y entró Pere con Marx, como si de losas se tratara, y me atizó bien atizado. Qué bien parado y aun mucho mejor al conocer a Nietzsche y mezclar los dos junto con Kant.
-Ahora soy neo-Jiuck-Marxista-Nietzschiano (lo digo así para que se pueda entender que no sigo el modelo de nadie y, que me lo he creado a partir de muchas cosas) y, como dios ha muerto y ya lo he aceptado, me puedo embarcar en un viaje por el mar bravo que me aguarda impaciente. Espero encontrarme delfines que me guien el camino y también, bancos de peces que sigan al barco en busca de nuevos lugares donde comer y donde vivir. Espero que la fuerza nuclear fuerte les haga estar juntos y así poder luchar contra los tiburones que acechan para comérselos. Intentaré lanzar el arpón para ver si mato alguno y así yo también puedo comer, aunque la carne esté podrida y juntos, lograremos llegar a esa isla paradisiaca llamada UTOPÍA. Me gustaría que muchos se unieran a mí en este apasionante camino, con ese apasionante destino. Pero eso ya no depende de mí. El barco espera para zarpar. Solo tú puedes decidir si subir o no. Hay sitio de sobra para toda la gente. Aunque no aseguro que el viaje sea tranquilo, puesto que el mar está embravecido y podemos zozobrar. Pero te aseguro, que el viaje será la mejor experiencia de tu vida y que nunca te arrepentirás de haberte subido en él, pase lo que pase.