martes, 22 de agosto de 2006

Poker de ases

. . .Ha pasado mucho tiempo y muchas cosas han cambiado. Mucho viento me ha hostigado e incesantes rachas aterradoras me han fustigado durante largos días con intensos momentos. Pero por fin vuelve la "normalidad" conmovedora que me arrolla hacia delante. Sigo el sendero. Desde luego y bajo muchos pesares (mayoritariamente intropersonales). Sigo las mismas pisadas dejadas bajo la nieve. Aquellas que dejaron confundirme gracias a aquellas gigantescas ventiscas y esos vientos arrebatadores de ganas y frustrantes en cuanto a todo lo concerniente a una estabilidad estructural que me apartase de la inutilidad social y del "compromiso" trivial y banal.

. . .De la carne olvidada ya espero no saber nada. Aunque más que esperar, ha sido olvidar. De ella me he desprendido muy costosamente y he conseguido un movimiento lento y totalmente irregular. Pero en algún momento tenía que pasar por ahí. Está claro que sí. Pese a que todo aun no se haya despertado, la mayoría está en proceso y es eso lo que realmente importa. Por su situación en sí y por la personalización que ello provoca y los efectos que ello conlleva.

. . .Estaba claro que el monopolio del oligoimperio que lleva la socialización extrema en algún aspecto básico de la cadena a seguir debía afectar cual virus poderoso. Pero también se han aclarado conceptos que eran necesarios para dar una extensa información que, ahora (un poco tarde) recopilo para dar forma a unas cuantas nuevas agrupaciones dentro de esta maravillosa y gigantesca sopa de letras. Supongo que algún día se levantarán edificios y rascacielos en terrenos todavía vírgenes, como se puede llegar a esperar de un humano. Aunque en los lugares escrutados he encontrado respuestas que demuestran que no es necesario un aspecto humanístico de las cosas, ya que éste, de grotesco para arriba, no pasa.

. . .Las fluctuaciones tienen eso, un poco de esto, un poco de lo otro y un poco de aquello que nos molesta e irrita. Pero siempre se debe soportar, ya que el medio natural (y aunque fuese "artificial" (y mucho cuidado con esa palabra)) siempre es así y así lo aceptamos en el contrato que firmamos al nacer. Somos materia y, por lo tanto, estamos sustentados a las oscilaciones que se nos presenten por cargo natural. Y por mucho que queramos no nos podremos librar. Con todo ello se gasta mucho empeño, fuerza y recursos de los que alomejor uno no dispone. Por causas también totalmente ajenas a la intropersonalidad. Pero se debe tener en cuenta que la naturaleza juega el papel clave a la hora de echar las cartas para la partida y, aunque te toquen todas las cartas malas, los ases pueden seguir estando en la baraja. Por eso hay que ir con cuidado de qué es lo que te va tocando y qué es lo que te hace falta realmente para ganar la partida.

. . .Se llama estrategia y, desde luego, si no la tienes, no se puede ganar ningún tipo de juego (ni aparentemente los de azar). La materia como un juego y la vida como un palo. Desde luego, la baraja se presenta interesante, ya que sabemos que los ases más importantes están todos dentro. No hemos perdido ninguno todavía. Estamos a tiempo de combatir esas tumultuosas y atronadoras tormentas sociales que caen en forma de rayos sobre el inconsciente natural, dejando que la trivialidad eyacule sobre él burbujas de inestabilidad que creen incertidumbre en la intropersonalidad.

. . .Pero, como digo siempre, eso es otro tema muy largo a tratar. Dejemos que todo lo que tenga que reposar lo haga para continuar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario